Charla sobre "Aspectos prácticos en la técnica del juicio oral" realizada en C.P.A.C.F.

A su turno, el Dr. Console reafirmó el valor de la verdad material que solo posee desde el principio el abogado de confianza del imputado, quien hace las veces de confesor, aunque reconoció que tambien él encuentra resistencia y reticencia en las palabras de su pupilo, quien en muchos casos se muestra encerrado en sí mismo, obedeciendo esto a distintos factores y dependiendo de las circunstancias y la índole del delito endilgado. También abordó como norma fundamental en todo juicio, la importancia de comenzar la estrategia del "ataque" técnico fijando la materialidad ilícita o basamento fáctico, para poder empezar a direccionar la crítica y contraposición a la hipótesis acusatoria del Ministerio Público. Nos explicó la estructura básica que debe tener un alegato de clausura, el que tras determinar la materialidad ilicita, seguirá con el análisis de la autoría, luego determinará la culpabilidad reprochable, para así llegar a discutir lo relativo a la punibilidad que pudiere corresponder, analizando agravantes y atenuantes citadas por el fiscal, y las causales de justificación o de exclusión de responsabilidad.
Finalmente, los asistentes tuvimos el verdadero placer de escuchar una veradera clase magistral como hay pocas, en la verba depurada y nunca artificiosa del destacado "togado" Dr. Duarte Canaán, producto elaborado de los casi treinta años de carrera profesional exclusivamente dedicados al fuero penal. El destacado literato, profesor y jurista, haciendo uso de la palabra y de pie -fiel a su perfil de litigante al estilo y usanza de su patria- expuso impecablemente sobre los lineamientos básicos de su nueva obra "El contrainterrogatorio. La estrategia que procura desdibujar la prueba adversa", tratando el tema del contraexamen en el juicio oral, las diferentes técnicas de abordaje de la prueba testimonial, prueba "estrella" del proceso. Como prueba de su diestra habilidad integradora, se hizo eco y no dejó pasar por alto la idea del abogado particular como primer o único confesor de su pupilo, acotando que el primer contraexamen del caso el abogado lo practica con su propio asistido. En el marco de un proceso penal del tipo acusatorio adversativo formal (así definido por el profesor) por referencia paralela al sistema acusatorio advertasivo puro, proveniente del Common Law, no dejó de formular más de una crítica a los eufemísticamente tildados modelos "mixtos". Supo acotar atinadas referencias al derecho comparado, recordando entre otros regímenes, a los que se encuentran vigentes en Colombia, Perú, Chile, haciendo particular mención del Código Procesal Penal Dominicano de setiembre de 2002, sin olvidar mencionar -entre los locales- al código de la provincia de Córdoba. Con asombrosa soltura pedagógica nos ilustró sobre el conjunto de principios incorporados positivamente al articulado del código procesal de su tierra natal, destacando entre ellos al que resguarda la libertad y amplitud probatoria, participándonos la conclusión de que en el derrotero del proceso la prueba se busca, se obtiene, se expone, se promete, se concreta, se acreedita, se critica, se confronta, se desacredita, se excluye... El destacado jurista, conocedor de la problemática fuera de las fronteras de su pais, compartió las quejas que siempre han merecido los sistemas judiciales de la región, tradicional e históricamente herederos del modelo inquisitorial, lo cual seguramente ha reafirmado su vocación e ideal unificador latinoamericano. En especial aludió a las viejas prácticas instauradas, que se alzan con resistencia a todo cambio, reeditándose hoy el hecho de que "los jueces penales no escuchan sino que oyen, y en el anterior sistema no leían, sino que oteaban..."
A los que tuvimos la suerte de encontrarnos con semejante orador, nos queda por vía de intuición, la aproximadora sensación de que -siendo su ameno discurso tan fluido y al mismo tiempo de alto rigor técnico, siendo cada palabra resaltada métricamente y al mismo tiempo tan cautivadora- su obra escrita no deberá ser menos que un compendio de excelencia. Su reciente obra "El contrainterrogatorio..." ha de resultar seguramente muy prometedora en cuanto a técnicas de abordaje de testigos, largamente pulidas con la vasta experiencia de este verdadero "Litigante" de toga y birrete.
Alejandro R. Alvarito

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